Vamos (tú y yo).

Vamos alquilar un departamento sencillo, trabajar medio día, dedicarnos a querernos y alternar para apagar la luz por las noches aunque tu estés mas cerca.

Vamos a darnos la espalda en la madrugada, buscarnos cuando calculemos que ya va amanecer para abrazarnos y despertar pegados. Vamos hacer el mercado y comer sano y adivinar el postre que uno que otro día se nos antoje a cada uno. Vamos hacer un libro para escribir todo lo que nos pasamos platicando en las tardes con lluvia aunque lo lea nadie más que tú y yo.

Vamos a quitarnos a ropa, dejarla por todos lado, lamernos por todos lados y sonreír. Vamos a escuchar música de esa que se escucha viendo al techo mientras me tomas apenas de la mano y yo susurro cosas que no escuchas pero entiendes muy bien. Vamos a ver películas que me tengas que explicar después. Vamos hablar en otro idioma y terminar besándonos como nunca habíamos besado antes.

Vamos a confesarnos secretos de la infancia, hablar de las familias, de los miedos y del presente. Vamos a inventarles soluciones improbables a todos los problemas que aquejan el mundo. Vamos a leernos en voz alta hasta que uno de los dos se quede dormido. Vamos a tomarnos fotos, andar descalzos, bañarnos juntos y caminar a oscuras. Vamos a terminar los días exhaustos, discutir a veces, dejar los platos sin lavar aunque sea un día y colocar las llaves donde no nos acordemos que están y sobre todo vamos a querernos, a no pensar en el tiempo, cumplir promesas que nos hayamos hecho y aventurarnos a la costumbre de que estar juntos se sienta tan bien.